Otoño 2020/Invierno 2021 - Los lazos del Dr. Paul Lokoff con MSH son profundos. Recién licenciado por la Universidad de Toronto, el Dr. Lokoff trabajaba en el sur de California cuando recibió la llamada para unirse a MSH. Añorando Canadá, dejó las soleadas playas por lo que entonces era un pequeño hospital en un maizal y nunca miró atrás.
Desde el primer día, en 1990, el Dr. Lokoff fue uno de los tres únicos anestesiólogos. En la actualidad, como Jefe de Anestesia desde hace muchos años, ha desempeñado un papel decisivo en el crecimiento de un equipo de anestesiólogos de gran talento.
El Dr. Lokoff ha marcado muchos hitos personales y profesionales en los últimos 30 años. Con la ayuda de sus compañeros, aprendió a bailar en el auditorio del hospital la semana anterior a su boda, a la que asistieron muchos de sus colegas. Su hijo nació en el hospital y ahora es residente de anestesia.
"MSH ha sido una parte muy importante de mi vida", afirma. Se considera muy afortunado de ser miembro fundador de una cultura tan singular, centrada en el paciente y que ofrece tanto apoyo. Y ha desarrollado muchas amistades que valora profundamente. Tanto es así que sus generosos colegas y amigos le han reconocido recientemente con una donación a los Héroes de MSH a través de la Fundación MSH.
El Dr. Lokoff está muy orgulloso del papel destacado que han desempeñado los anestesiólogos en la evolución de la asistencia en el MSH. Una iniciativa importante es el servicio de dolor agudo desarrollado hace 20 años, en respuesta a la creciente complejidad del dolor postoperatorio. Este trabajo de vanguardia también condujo al desarrollo de una estrategia de reducción de opiáceos en el MSH. "Ante las devastadoras consecuencias de la crisis de los opioides, nuestro equipo ha introducido multitud de cambios para minimizar o eliminar el consumo de opioides", afirma el Dr. Lokoff.
Sigue llevando muchos sombreros, como jefe de departamento, educador y clínico. Y en cada una de estas funciones, lo que comparte con sus compañeros Héroes de MSH es una intensa concentración en el paciente.
"Disfruto de verdad atendiendo a un niño nervioso, a un paciente enfermo o a una parturienta dolorida, y haciendo todo lo posible para que su experiencia sea la mejor posible".