La familia Fitch

Más allá de su práctica

Los doctores Stephen y Monique Fitch nunca esperaron encontrar el amor en el laboratorio de una clase de fisiología.

Buena química

Los doctores Stephen y Monique Fitch nunca esperaron encontrar el amor en el laboratorio de una clase de fisiología. Fue gracias a la buena sincronización que ambos se matricularon en el mismo curso en la Universidad McGill en 1972. Stephen, que cursaba un máster en neurofisiología, y Monique, que cursaba el último año de la licenciatura en ciencias, quizá nunca se hubieran cruzado si no les hubieran asignado compañeros de laboratorio. 52 años después, y sin pasar nunca más de unas pocas semanas separados, los Fitches son orgullosos padres, abuelos, odontólogos jubilados y donantes desde hace mucho tiempo del Hospital Markham Stouffville (MSH) de Oak Valley Health.

La odontología no era algo que Stephen se hubiera planteado en un principio, pero fue la sugerencia de Monique la que le hizo plantearse seriamente la profesión. En ese momento, Monique se enfrentaba a su propio reto. Iba camino de convertirse en farmacéutica, una carrera que parecía perfecta debido a su pasión por la ciencia y la interacción con las personas. Después de una rotación farmacéutica obligatoria, se dio cuenta enseguida de que quería dedicarse a otra profesión que implicara más a los pacientes.

Contemplando sus próximos pasos, Monique también pensó en matricularse en Odontología. Stephen estaba en su primer año de carrera y ella conoció sus asignaturas. Le sorprendieron los preciosos y detallados dibujos de anatomía y los cursos de ciencias, exigentes pero fascinantes. Monique se matriculó en el programa de odontología de McGill un año después que Stephen y nunca miró atrás. "Estoy muy contenta de haberlo hecho", afirma Monique. "Y, sinceramente, fui una dentista muy feliz".

Después de estudiar odontología, tanto Stephen como Monique ejercieron en distintos campos de la odontología. Stephen se convirtió en cirujano oral y maxilofacial, tratando a pacientes con enfermedades o traumatismos que requerían cirugía en dientes, mandíbulas o cavidades orales. Monique se convirtió en periodoncista, centrada en el tratamiento de las enfermedades de las encías y la prevención de la pérdida de dientes. Con los años, ambos ampliaron sus respectivas prácticas para incluir la sustitución de dientes mediante la utilización de implantes dentales.

Aquí desde el principio

Juntos, Stephen y Monique desarrollaron sus carreras mientras se casaban y hacían crecer a su familia. Sus estudios y su trabajo les obligaron a trasladarse varias veces durante esos años, de Montreal a la costa este, en Halifax, para cursar estudios de posgrado. En 1986, echaron raíces en Unionville, una ciudad emergente, con sus tres hijos, Gregory, Jeffrey y Stephanie. Trabajar cerca de casa era importante para la pareja, por eso Monique decidió abrir su consulta especializada a menos de un kilómetro de su casa.

"Siempre quise estar cerca de mi consulta", dice Monique. "Siendo una mujer profesional y criando a tres hijos, quería utilizar mi tiempo de forma eficiente".

En 1989, Stephen ya era miembro de la Asociación Médica de Markham. Poco después, Stephen fue contratado como primer cirujano oral y maxilofacial del hospital.

"Era un grupo muy pequeño, era emocionante", explica Stephen, recordando los primeros días de MSH. "Lo bueno de que el hospital fuera pequeño era que todo el mundo se conocía".

Los dos encontraron la manera de integrar su trabajo y su vida personal, y se esforzaron por ser líderes en odontología en la comunidad. Stephen atendía a pacientes en los quirófanos del hospital y prestaba servicios de guardia en el Servicio de Urgencias. Monique era una ávida corredora y participaba con frecuencia en las carreras para recaudar fondos del MSH. A lo largo de los años, también participaron en varios equipos recreativos locales de béisbol de lanzamiento lento, hockey y bocci.

Stephen y Monique se consideran afortunados en lo que respecta a su salud, ya que sólo han necesitado algunas intervenciones ambulatorias en el hospital a lo largo de los años. Tienen muchos recuerdos felices como familia en el MSH: cuatro de sus siete nietos nacieron allí.

Creemos que la única forma de existir como comunidad es si contribuimos a todos los niveles: voluntariado y ayuda económica.

Dr. Stephen Fitch

Toda una vida retribuyendo

Stephen quería devolver algo a la comunidad y, en 2016, se unió al consejo de administración del hospital como miembro de la comunidad sin derecho a voto. En 2018, se incorporó oficialmente al consejo de administración y ocupó el cargo hasta su jubilación en 2023.

Para Monique y Stephen, apoyar a las organizaciones más cercanas a ellos ha sido un objetivo de toda la vida. Tras décadas de implicación, les pareció justo devolver a MSH y a la comunidad todo lo que pudieran.

"Llevamos años participando en la comunidad, así que sentimos la necesidad de reforzar nuestro compromiso con el hospital haciendo una donación", comenta Monique. "Fue una casilla que marcamos y nos sentimos agradecidos de estar en un momento de nuestras vidas en el que podemos devolver".

A lo largo de los años, los Fitches han apoyado a la Fundación MSH asistiendo a innumerables galas, carreras benéficas y desfiles de moda. Los Fitches guardan un grato recuerdo de estos eventos, siendo uno de sus favoritos el año en que Stephen pujó con éxito por el gran premio de la subasta en vivo: una escapada para jugar al golf en algunos de los campos más prestigiosos de Ontario.  

Como donantes constantes de la Fundación MSH, su inspiración para retribuir es sencilla: quieren saber que su apoyo está marcando la diferencia.

Invertir en MSH

Los Fitches pasan ahora su tiempo jubilados y, por supuesto, siguen haciendo absolutamente todo juntos. Tienen grandes esperanzas puestas en MSH y reconocen que el cambiante panorama de la atención sanitaria traerá nuevos retos que habrá que afrontar como comunidad.

"No hay un camino claro hacia la solución. Tenemos que pensar con originalidad", dice Monique. "La comunidad crece muy deprisa y no tenemos la infraestructura necesaria. Es un reto encontrar los recursos necesarios".

Comprendiendo que nuestro hospital comunitario solo puede seguir ofreciendo los mejores resultados posibles a los pacientes con el generoso apoyo de la comunidad, es por lo que los Fitches han hecho su propia inversión en los servicios quirúrgicos del hospital. A través de la MSH Foundation, han realizado una generosa donación para equipos quirúrgicos y la construcción de un nuevo quirófano, cuya finalización está prevista para el invierno de 2024/2025.

"Creemos que la única forma de existir como comunidad es si contribuimos a todos los niveles, voluntariado y ayuda económica. El gobierno no paga el hospital en su totalidad; nosotros, como miembros de la comunidad, tenemos que hacer donaciones para que siga existiendo", añade Stephen.

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