La familia Lofgren paseando por el bosque

Temporada de dar, temporada de cuidar

Cuatro generaciones de la familia de Sandi han confiado en los cuidados compasivos del Hospital Markham Stouffville (MSH) de Oak Valley Health.

La mayor parte del tiempo que Sandi pasó en MSH se debió a su madre, Doreen, que ingresó en el hospital casi 75 veces luchando contra diversas enfermedades críticas a lo largo de sus 79 años de vida.

Tras una noche normal de fiesta con su marido, Doreen tuvo su primera estancia prolongada en el MSH después de que de repente empezara a experimentar un dolor torácico insoportable y falta de aliento.

Los padres de Sandi, Arthur y Doreen Burkholder de Markham

Doreen fue trasladada de urgencia al servicio de urgencias del MSH, donde las pruebas diagnósticas revelaron que sufría una embolia pulmonar. El estado que presentaba obligó a ingresarla en la unidad de cuidados intensivos. Sabiendo que las embolias pulmonares suelen ser mortales, el equipo del MSH tuvo que actuar con rapidez. "Sin el rápido trabajo de los profesionales sanitarios del MSH, podría haber perdido a mi madre esa noche", dice Sandi.

En los últimos tres o cuatro años de su vida, Doreen padeció síndrome mielodisplásico (SMD). El SMD es un trastorno de la médula ósea que afecta a la capacidad de una persona para producir glóbulos rojos.

Diagnosticada por un hematólogo del MSH, el Dr. Henry Solow, Doreen comenzó a recibir transfusiones de sangre regulares durante dos años hasta que dejaron de ser efectivas y lamentablemente falleció en 2019. "Accedíamos al hospital a todas horas, de día o de noche, y simplemente era esa sensación de que estaban ahí para nosotros".

Nos sentimos seguros y confiados en la atención que sabemos que podemos recibir en nuestro hospital cercano.

Sandi Lofgren

La familia de Sandi ha vivido muchos otros momentos en MSH, desde el cuidado de sus abuelos al final de su vida, pasando por el apoyo durante el nacimiento de sus hijos, hasta ver a su padre pasar por un diagnóstico de cáncer de próstata y una operación de prótesis total de cadera. Sandi sabe que MSH siempre estará ahí para su familia en los momentos de necesidad.

"Nos sentimos seguros y confiados en la atención que sabemos que podemos recibir en nuestro hospital cerca de casa", dice Sandi. "Probablemente por eso mi padre nunca se ha movido de donde está. No creo que quiera dejar su casa porque está al final de la calle del hospital donde sabe lo mucho que cuidan a sus pacientes."

Las donaciones ayudan a financiar los equipos y la tecnología esenciales que garantizarán que MSH pueda seguir estando ahí para Sandi y para tantas familias agradecidas de nuestra comunidad.

Estas fiestas, la Fundación MSH solicita la ayuda de los donantes para adquirir equipos como un ecógrafo, un escáner de vejiga, juegos de taladros inalámbricos, sierras sagitales y ositos de peluche para proporcionar comodidad y cuidados a los pacientes.

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